Soluciona tu sentimiento de culpa con un psicólogo en Andújar

psicólogo en Andújar

La culpa, es un sentimiento de insatisfacción relacionado con algún hecho acontecido anteriormente. Es conveniente distinguir los sentimientos de culpa positivos (sirven para arreglar el daño ocasionado y no cometer exactamente el mismo fallo. Es una emoción sana y precisa para la convivencia en sociedad), de los sentimientos de culpa negativos. Nos comenta un psicólogo en Andújar, que los sentimientos de culpa negativos aparecen en el momento en que nos sentimos mal sin motivo, por el hecho de que verdaderamente no hemos hecho nada malo. Esta clase de culpa, nos paraliza y nos resta energía para gozar del instante presente.

La disposición a sentirnos culpables, puede haberse producido en la niñez, singularmente si teníamos el tipo de progenitores o bien profesores que nos hacían sentirnos culpables por cada falta, por pequeña que fuera.
Muchos de nosotros, hemos sido educados para opinar que somos responsables de los sentimientos del resto y que cuando alguien está molesto, airado o bien herido, es por culpa nuestra. Más, salvo que hagas daño de manera deliberada, no eres responsable del resto. Tu eres responsable de tus pretensiones.

 

La mejor solución en un psicólogo de Andújar

 

Las personas de baja autoestima, son las que más tendencia tienen a padecer continuados sentimientos de culpa. En un caso así, la culpa es disfuncional, en tanto que le sirve a la persona para fortalecer su distorsionada autoimagen.

¿Que podemos hacer para liberarnos de esta emoción tan destructora?
Para desamparar el sentimiento de culpa, es preciso dejar la mentalidad dual (las cosas están bien o bien mal, son blancas o bien negras). Para esto, se admitirá que las cosas están como están y que cada persona da la mejor contestación que puede a cada situación. No estar atinado frente a un inconveniente, no implica que haya que sentirse culpable por esta razón, puesto que ese “error” se transforma en una ayuda para aprender.
Resulta conveniente, abandonar al perfeccionismo puesto que, al darse un nivel de demanda altísimo para uno y para los de tu alrededor, se repara más en lo que falta por hacer que en lo efectuado y se tenderá a culpar a el resto o bien a uno mismo de ello. Se aceptará, que el compromiso de cada persona es procurar hacer las labores lo mejor que se pueda, mas no perfectas, puesto que la perfección no es posible.

 

Fuente: Neurosoma.es