Existen una gran diversidad de propuestas para el alargamiento del pene. Las pastillas para prolongar el pene no funcionan y son absolutamente ineficaces.
El procedimiento mecánico más admitido para acrecentar la longitud del pene es el extensor o bien succionador de pene, aparatos de tracción mecánica. Deben llevarse, unas seis horas al día a lo largo de cuanto menos cuatro-seis meses. Tienen una capacidad de alargamiento de dos-tres cm máximo según la anatomía del pene, la edad del paciente y el número de horas al día de empleo (máximo seis horas y no debe dormirse con el dispositivo). El inicio de su utilización, además de esto, ha de ser progresivo.
Extensores de pene mecánicos
Los extensores de pene, son muy utilizados por los que se dedican a la cirugía reconstructiva del pene, pues permiten conseguir un incremento del tamaño del pene de uno-dos cm tras un empleo prolongado; se usan esencialmente para evitar la retracción del pene tras la cirugía de Peyronie. En ocasiones, es más esencial procurar evitar la retracción o bien pérdida de longitud tras la cirugía, que el propio incremento.
Bajo mi punto de vista, es bastante difícil que el paciente pueda cumplir el número de horas de llevar el aparato. Los extensores no son sencillos de mantenerse apropiadamente en el pene.
Succionador de pene o bomba de vacío
Las bombas de vacío, tienen como función el relleno del pene con sangre venosa a través de un proceso de absorción ocasionando una erección artificial ; así mismo se prescriben tras la cirugía de cáncer de próstata o bien Peyronie, para producir un estímulo sanguíneo. Tras la consecución de la erección, el paciente debe ponerse un anillo en la base del pene, para evitar la pérdida de la sangre amontonada en los cuerpos cavernosos. Este anillo debe retirarse a los veinte-treinta minutos máximo, para evitar lesiones significativas en el pene. Los ejercicios con la bomba de vacío, tienen el propósito de efectuar estiramientos del pene, pero no logran un alargamiento real del mismo.
Los estiramientos contínuos del pene, mediante ejercicios (jelquing) pueden lograr un mínimo efecto tras un largo tiempo de su ejercicio.
Para resumir, ninguna técnica no quirúrgica ha probado hasta el instante actual lograr grandes alargamientos.
Con relación a la cirugía, la técnica más usada es la sección del tendón suspensorio del pene. Este tendón, es el encargado de anclar el pene desde el hueso púbico hasta su origen en la zona pélvica.
Habitualmente, los pacientes presentan así mismo grasa infrapúbica que recomienda hacer una lipoescultura. Realmente, no se prolonga el pene sino se “saca” del abdomen. Otra técnica, que puede complementar esta cirugía, es una escrotoplastia puesto que hay pacientes que presentan escrotos con mucha piel que tiende a ocultar una parte del cuerpo del pene.
Sea de una manera u otra, siempre necesitaremos de un succionador de pene o un extensor mecánico para que la recuperación sea efectiva.
El tamaño y el succionador de pene
La mayor parte de los pacientes que consultan para efectuarse una técnica de alargamiento de pene, tienen un pene de tamaño normal. Debemos medir el pene en flaccidez y en erección, para tener una investigación precisa del tamaño. Es esencial, que el paciente sepa que el incremento de tamaño máximo suele ser de dos-cuatro cm máximo y que la información que hay en Internet sobre alargamientos de siete-ocho cm no corresponde a la realidad.
Como medidas generales, aconsejamos recortarse el vello púbico y hacer ejercicio ya que puede lograrse adelgazar mejorando el aspecto estético abdominal. Para resumir, la mayor parte de los tamaños de los penes que se tratan, es normal resultando realmente difícil lograr un alargamiento real, salvo con la cirugía.
Indicaciones de la cirugía de alargamiento de pene:
– Pacientes con longitud peneana inferior a ocho cm en erección, con falta de desarrollo peneano que complica relaciones íntimas satisfactorias, con mala calidad de vida en el aspecto sexual.
– Pacientes con longitud de pene menor a diez cm, pero muy insatisfechos con su tamaño y sin mejoría tras finalizar un tratamiento psicológico/psiquiátrico de más de un año.
– Pacientes con tamaño normal, psicológicamente estables, interesados en exender su pene por razones estéticas o bien de autoestima, cirugía “a demanda”.
Cirugía del alargamiento de pene
Por norma general, se efectúa una incisión bajo el pubis en “V” invertida con resección del tendón suspensorio del pene, hasta la porción inferior del pubis, resguardando cuerpos cavernosos y vascularización dorsal del pene; así mismo se combina con la sección de tendones cuneiformes en la región inferior del pubis.
Tras esta cirugía, es preciso que el paciente haga ejercicios de estiramiento manuales o bien el empleo de extensor mecánico, a lo largo del mes siguiente a la cirugía.
Muchas de estas cirugías, deben acompañarse de una liposucción o bien lipectomía prepúbica y/o plastias escrotales eludiendo el efecto de pene “palmeado” impidiendo visualizar absolutamente el leño del pene.
El engrosamiento del pene
El engrosamiento de pene, es una técnica más compleja en tanto que en numerosas ocasiones no se consiguen los resultados deseados o bien no perviven en el tiempo. Las técnicas más utilizadas son:
– Infiltración de grasa del propio paciente: en general extraída de la región infraumbilical (liposucción), centrifugada y también inyectada entre la túnica albugínea y fascia de Buck a través de dos incisiones proximales.
– Inyecciones de ácido hialurónico: misma técnica que para la inyección de grasa.
– Colocación de parches que envuelven la túnica albugínea.
Fuente: vibradores.online/succionador-pene/