Solamente, se podrá usar el calor producido por energías residuales, como el que proviene, por ejemplo, de un circuito de disipación de la vivienda, o el confeccionado por energías renovables, como la energía solar o la biomasa.
No está permitido, consumir la energía eléctrica como apoyo a estas fuentes energéticas, ni tampoco en forma de bomba de calor. De lo que se desprende que lo más efectivo y rentable para elevar la temperatura del agua en una piscina a la intemperie es un sistema de energía solar.
Empleo de la energía solar
Es limpia, renovable y con respeto por el medio ambiente.
La energía solar, será la alternancia ideal para la climatización de piscinas que se encuentren en zonas cálidas y soleadas.
Un sistema sencillo y limpio
En las zonas cálidas y templadas, la energía solar permitirá disfrutar durante meses la temporada de baño, el aprovechamiento de la piscina más horas cada día o disfrutar del agua, también en esos días del verano en los que baja la temperatura. Esto es así, porque en los meses más cálidos del año el sol aporta la mayor radiación, con independencia de la temperatura exterior.
Para esta clase de instalaciones, se vienen empleando colectores sencillos de polietileno, polipropileno o elastómero, que soldrán ser modulares o enrollables, lo que facilita muchísimo su instalación sobre tejados u otro tipo de superficies, bien sean éstas planas o irregulares. Como depósito de almacenamiento se puede usar el propio vaso de las piscinas.
Aprovechamiento del calor
Lo conseguiremos, aprovechando el calor que se ha extraído de los ambientes, en el proceso de refrigeración, que en lugar de enviarlo a la atmósfera lo hace a la piscina. Se trata de la tecnología Climatewell. Existe un sistema cada vez más empleado, que es el de la climatización integral, que proporciona calor, frío y agua caliente sanitaria, a una vivienda por mediación de generadores muy eficaces, como la bomba de calor o calderas de condensación, con el apoyo de una instalación solar, que también se usa para calentar el agua de una piscina descubierta y de ese modo aprovechar la superficie de colectores proyectada para la calefacción.
Una vez que se deja de utilizar la piscina, es recomendable cubrir la lámina de agua, con una manta térmica o manta de burbujas. Conserva las calorías que se acumulan durante el día y reduce la evaporación.
Fuente: http://www.cubripiscinas.es/
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