Gargantilla normal: Las tallas frecuentes de treinta y ocho a cuarenta y dos centímetros, en dependencia del diámetro de tu cuello, queda asentado en la base de tu cuello con un tanto de holgura. Es muy polivalente, tanto en vestidos como con camisas. La mayor parte de las gargantillas son de esta medida, puesto que nos chifla que nuestras piezas sean polivalentes y puedas llevarlas todos y cada uno de los días.
Gargantilla tipo princesa: Más larga que la precedente, con un estándar de cuarenta y cinco centímetros, es la gargantilla idónea para cuellos redondos, siendo entre las medidas más tradicionales.
Gargantilla larga: entre cincuenta y sesenta y cinco centímetros, para escotes altos y vestidos muy elegantes, que destacan la manera del vestido.
Collar corto: entre sesenta y cinco y ochenta y cinco centímetros: es muy polivalente, en tanto que puedes darle dos vueltas haciendo una gargantilla estándar, o bien utilizarlo en su largo con cualquier atuendo. Desde estas medida te los puedes poner sin abrir cierres, con lo que son muy cómodos.
Collar largo: de unos noventa a cien centímetros, puede llevar cierre para darle un toque singular, un nudo, o bien cualquier terminación. Esta clase de collares de moda nos encanta y son asimismo muy polivalentes. Nos gusta jugar con la caída del collar, las combinaciones de materiales y colgantes y, por servirnos de un ejemplo, los cordones de cuero.
Equilibrio entre lo que vistes y tu collar
Si lo que llevas puesto es muy estridente, o bien cargado, es más simple conjuntarlo con un collar o bien gargantilla fácil. No obstante, si llevas algo fácil, un collar con más presencia, más peligroso, puede lucir mejor sobre un fondo más fácil.
Palabra de honor o bien cuellos barco: Puedes ponerte cualquier collar, toda vez que quede unos centímetros sobre la línea del vestido. Esta clase de vestido te deja lucir en especial tu gargantilla, que queda dibujada sobre tu piel. Cuanto más corto, más afinado va a quedar tu look. En cualquier caso, evita que quede justo en la línea del vestido, es mejor más corto o bien más largo, si prefieres que exceda la línea del vestido.
Cuello en V: Collares largos o bien cortos, eminentemente siempre y en toda circunstancia sobre la superficie de tu piel. Si tienes mucho pecho, mejor collares largos: afinarán tu figura. Una forma asimismo en forma de V siguiendo el estilo puede ser un enorme acierto.
Para las camisas: La camisa te deja emplear muchas de las gargantillas de tu colección. Tanto las gargantillas pegadas al cuello, como las de longitud media. Nos gustan en tu escote y apoyados sobre la piel. Para tu día tras día, puedes utilizar una gargantilla con un toque de perlas, cuero conjuntados con piezas, o bien alguna cadena con múltiples colgantes.
Vestidos con cuello alto: Emplea collares largos para afinar tu figura. Es idóneo para lucir un collar largo bonito, y como va siempre y en toda circunstancia sobre tu vestido, debes cuidar realmente bien la combinación de color entre tu collar y el vestido.
Escotes redondos o bien cuadrados: Debemos sostener la gargantilla sobre la línea del escote, sobre tu piel, con lo que lo mejor es emplear gargantillas cortas, con independencia de si el escote es redondo o bien cuadrado.
Fuente: Happy Uky