La gente común empezó a emplearlas, más fueron del género de camas-guardarropas cerradas con puertas, costumbre que pervivió en las familias humildes hasta avanzado el siglo XIX. Y los más pobres utilizaban colchones en el suelo.
El el S. XVIII se emplearon diferentes tipos de madera para la fabricación de camas para los nobles: nogal, caoba, roble, finamente talladas. Luis XIV tenía cuatrocientos trece camas, de todas y cada una de las variedades. Los franceses las introdujeron a final de este siglo, los armazones eran de hierro. Las camas se empezaron a confeccionar en serie y se fueron popularizando.
En el 1.930, el diván, o sea, la cama actual, sin doseles y cortinajes, se popularizó de manera rápida, y se fabricó en serie y en diferentes materiales y modelos, dominando la comodidad, sencillez y sobriedad de los diseños. Y se usaron asimismo, las camas sobrepuestas o bien marineras, para ahorrar espacio.
En la Europa de finales de la era moderna, los bebés acostumbraban a dormir en camas-carros, con tres ruedas que se ponían bajo la cama grande con doseles.
En determinadas etnias y con otras realidades climáticas, se fueron utilizando esteras, petates, hamacas (que en ciertos países centroamericanos se conoce con el nombre de chinchorros), al paso que otros utilizaron un jergón apoyado en el suelo, o bien sobre una simple plataforma de madera. Otra de las alteraciones para este mueble para dormir y reposar, es el catre tijera y el catre de cuero.
En el siglo XIX, el mobiliario se actualiza con muebles racionales como la primera cama levadiza en la pared. En la Exposición de la ciudad de Filadelfia de mil ochocientos setenta y seis se había presentado una cama plegada. Desde allá empieza la fabricación de muebles en serie y son patentados múltiples inventos en este ramo.
Respecto al jergón o bien futón, se emplea una suerte de bolsa cuadrangular, relleno de lana, plumas, o bien con resortes, muelles, de aire, de agua, de poliuretano, etcétera cerrado por todas partes, y de tamaño proporcionado para dormir sobre él.
Cabeceros de cama vintage
Los cabeceros de los muebles vintage, han sufrido abundantes cambios y su composición puede cambiar en dependencia del fabricante y o bien distribuidor, desde la era colonial donde estos muebles estaban diseñados solamente con el propósito de cubrir y resguardar la pared dedicada al reposo hasta los tiempos actuales, donde los cabeceros coloniales son autenticas obras de arte muy frecuentemente, y también con ciertas peculiaridades comunes, pero significativas de este estilo de mueble y la localización al lado de los complementos pero recomendable. En nuestros días, los puedes encontrar en las páginas web de tiendas online dedicadas a este tipo de artículos, como www.zalema.es/es/143-decoracion-y-muebles-vintage
Muchas son las variaciones y diferentes diseños, más sus vértices y aristas son rectas y si bien en ciertas ocasiones pueden estar ornamentados con ciertos complementos de otros materiales que no sean madera, estos no tienen aspectos rudos ni están labrados en exceso, hay que tener en consideración que deben estar siempre y en todo momento encasillados en un tipo o bien corte de mueble que acostumbra a ser fácil y sobrio, como en la temporada vieja colonial, donde los muebles de este estilo no podían tener excesos puesto que el poder fabricarlo no era simple, debido a la carencia de maquinaria y técnica para trabajar la madera.
Las medidas, van relacionadas con las dimensiones del conjunto de reposo que tengamos pensado tener, hay siempre y en toda circunstancia que tener en consideración que los cabeceros coloniales y de cualquier otro estilo, sobrepasa en una media de cinco a diez cm por cada lateral respecto a la medida del somier, por servirnos de un ejemplo, si tenemos un conjunto de reposo de anchura 150 cm, el cabecero va a tener cinco o bien diez cm más por cada lado, la medida en altura es ya indiferente y depende del tipo o bien el modelo, más ahora hay una tendencia a fabricar los cabeceros coloniales altos, de este modo logramos que este complemento de dormitorio tenga presencia en el conjunto y aporte un toque pero muy elegante a la estancia.
Los cabeceros vintage, están confeccionados con maderas exóticas como la teka o caoba, estas maderas resisten realmente bien en exteriores y el tratamiento para mantenimiento es sencillísimo y poco costoso, estas madera poseen muchas imperfecciones y son de poro abierto, por tanto, solo con que estos muebles estén confeccionados con estas maderas, ya logramos que tengan un toque colonial que no podemos lograr con ninguna otra.
Como afirmamos muchos son los cambios que han sufrido los cabeceros coloniales, mas los detalles y aspectos a destacar son los detalles o bien incrustaciones de otros materiales o bien texturas, por servirnos de un ejemplo, hoy día podemos localizar cabeceros fabricados en madera en su mayoría que poseen tapizados, fibras naturales o bien rattan, incluso forja, mármol o piedras de colores.