Las flores, por su forma, encajarán mejor con unos jarrones que con otros, conforme el perfil de exactamente los mismos. Las de largo tallo no pueden meterse en un vaso bajo o bien achatado por el hecho de que quedarían colgando y se doblarían. Un jarrón alto y delgado las enderezaría y les daría el estrellato que se merecen. Si nos encontramos con un jarrón bajo y con la boca ancha, un compendio de flores y frutos secos sobre arena o bien paja le proporcionará colorido y distinción. Las flores de temporada acostumbran a ser siempre y en toda circunstancia más asequibles que las eternas rosas o bien los afinados gladiolos, de ahí que su distribución en los jarrones de la casa es una recomendación muy atinada.
Llega el instante, de situar al jarrón de forma estratégica sobre la estructura escogida. No es exactamente lo mismo un mueble, que esté ubicado en la mitad de la sala a uno preparado en una rinconera, como pegado a una pared o bien en un lateral. La existencia de la pared no debe preocuparnos, pues el lado del mueble que está de cara a exactamente la misma, no precisa tener flores. Con las mesas que ocupan el núcleo de la estancia ocurre justo lo contrario: hay que cuidar que, por sus caras, las flores luzcan de igual forma. Esto se logra cortando los tallos en jarrones bajos y distribuyendo uniformemente las flores largas en búcaros altos.
Cuando entras en una casa (sobre todo en un salón) y a poco que mires, te hallas con algún jarrón en el que lucen unas bonitas flores, te dice mucho de los dueños de ese hogar. Seguramente más de lo que imaginas. Para iniciar, te afirma que cuidan mucho (y con mimo) el aspecto de su casa. Que les agrada estar al loro a cada pequeño detalle ornamental.
¿Un caso? Si los jarrones que adquiriste para tu decoracion online, resaltan por su sobrecarga ornamental, quedarían absurdos si introdujeses en ellos grandes ramos con flores de montones de colores.
En todo caso, debes escoger conforme sea la decoración del resto de la sala. Y debes tener en consideración, ciertas premisas básicas para no confundirte en el momento de conjuntar el jarrón. Por servirnos de un ejemplo, debes fijarte en el color que prevalece en la habitación: una mala elección terminará con la armonía del entorno.
Si el salón de tu casa está decorado en tonos claros y neutros, puedes colocar jarrones de colores vibrantes o bien atractivos, como complemento ornamental de Ottoyanna. Lo mismo sucede en sentido opuesto. Si las paredes lucen colores intensos, en papel o bien pintura opta por jarrones algo más prudentes, prácticamente insulsos. Aun de cristal transparente y sin ornamentos. Pues lo que tratamos con los jarrones es buscar el equilibrio.
Lo mismo sucede con el estilo ornamental. Escoge una pieza que combine. Un complejo jarrón de temporada puede parecer totalmente fuera de sitio, en una habitación de estilo moderno o bien de diseño. Y al revés. Claro que volvemos a decirte que frente a la duda, es siempre y en todo momento mejor intentar facilitar y pecar de discreción. Tanto en colores como en formas.
Ya antes de decidir dónde ponerlos, recuerda que los jarrones pueden tener dos funciones: Por una parte, completar espacios vacíos o bien esquinas. Por otro, puedes aplicarles la meta de dirigir la atención a otros objetos de la habitación, como muebles, fotografías, espejos y cuadros. Nos agrada mucho una idea que hemos captado en repetidas ocasiones: poner un conjunto de jarrones en una mesa velador o bien una cómoda. En un caso así, es conveniente que prosigan una misma estructura. Aún que pertenezcan a una misma compilación.
Una vez decidido el sitio, el color y la manera, tienes que meditar si vale la pena que luzca plantas o bien flores. En este último caso, lo perfecto es que estas regulen con el jarrón en lo que se refiere a colores y tamaño, como es natural. La altura es esencial. Mide el jarrón más el arreglo floral, ya antes de decidir dónde ponerlo. Si es altísimo, apuesta por una mesa baja o bien velador. O bien aun por el suelo. Si la boca del jarro es pequeña, olvídate de las flores naturales. Pon en su interior unas hojas secas, bien brotes de trigo o algodón.