Los cuadros en el menaje del hogar

Con los consejos para decorar con cuadros que te vamos a dar en estas líneas, intentaremos solucionar las dudas más usuales que brotan en el momento de escoger o bien poner nuestros cuadros en casa: ¿a qué altura poner los cuadros?, ¿qué separación dejar en los trípticos?, ¿de qué manera poner los cuadros sobre la cama o bien del sofá? ¿de qué manera hacer una composición con múltiples cuadros?… Son ciertas dudas, que frecuentemente nos propones para la elección de los cuadros y decorar tu hogar. De ahí que hemos decidido procurar darte la mejor contestación posible.

Consejos para decorar con cuadros

Un cuadro, es un factor esencial de la decoración que logra dotar a cualquier espacio de personalidad propia. Mediante los motivos, colores y texturas los cuadros comunican un mensaje, que cada uno de nosotros interpretamos de una forma conforme nuestras impresiones y experiencias propias, permitiéndonos aun llegar a intuir de alguna forma la personalidad de quien habita ese espacio. De ahí que es tan esencial, tomarnos nuestro tiempo para seleccionar menaje del hogar

¿A qué altura poner un cuadro?

Ponemos los cuadros… para verlos. Parece obvio, ¿verdad? No obstante un fallo que se comete a menudo es colgar los cuadros a una altura excesiva, lo que hace que parezcan desconectados del resto de la decoración. De ahí que hay que colocar el cuadro de manera que quede a la altura de la vista. Todo va a depender de las medidas del cuadro concretamente, mas generalmente el punto en el que lo vamos a colgar, debería estar a unos 170-180 centímetros. Es esencial que esta distancia la midamos siempre y en todo momento desde el suelo y no desde el techo, en tanto que el techo puede no estar a exactamente la misma altura en todos y cada uno de los puntos de la habitación.

¿De qué manera atinar con el tamaño de un cuadro?

Si el cuadro va encima de un mueble, hay que tener en consideración que la anchura del cuadro no habría de ser superior al 80% de la del mueble sobre el que se pondrá.
Además de esto, según Zalema, es fundamental que el cuadro y el mueble formen un conjunto visualmente unido. Si el cuadro está demasiado separado va a dar la impresión de estar flotando. Esta regla, es aplicable asimismo a cualquier clase de mueble: así sea un cuadro para el cabecero de cama, para encima de un aparador, sinfonier, etcétera. Eso sí, si se trata de un cuadro para poner sobre el sofá, nos aseguraremos siempre y en toda circunstancia de dejar una distancia prudencial (básicamente a fin de que nuestras cabezas no se encuentren con el cuadro toda vez que nos sentemos).

Elegir el color

Y finalmente, charlamos de entre las peculiaridades esenciales de los cuadros como elemento de decoración: el color. Deberemos tomar en consideración el tono de la pared en la que lucirá el cuadro. De este modo, si tenemos una pared clara podemos apostar por cuadros con colores fuertes que aporten contraste: rojos, azules, granates, verdes, naranjas.

Si al contrario la pared es de un color obscuro, ya va a tener suficiente estrellato. En un caso así nuestro consejo es decantarse por cuadros en colores claros y neutrales, y que combinen bien con cualquier otro color. Por servirnos de un ejemplo, podríamos seleccionar un cuadro que reuniese colores como el blanco, el negro y gris plata.