Todo lo que precisamos cuidar, son los dos detalles sobre los que además de esto podemos cimentar nuestra mejor imagen y etiquetarnos de forma singular. El primero, nuestro pilar el calzado y después la casi única joya que nos acostumbramos a permitir, el reloj.
Estos dos artículos, vamos a poder seleccionarlos en nuestras adquisiciones de entre una excepcional pluralidad de opciones y usar los mismos para un elevado número de ocasiones, con lo que deberíamos poner toda nuestra dedicación en su selección, en tanto que el desenlace puede ser tan inherente a nuestra imagen, como lo pueda ser nuestro corte de pelo, por refererir algún ejemplo innato.
Si hiciésemos un ejercicio de memoria, creo que todos vamos a poder asociar a nuestros seres más queridos, sobre todo caballeros, a alguno de estos objetos para medir el tiempo de la forma más intuitiva: el reloj de mi padre, el de mi abuelo, el de un tío muy querido. O bien aquellos de nuestras ocasiones más específicas; el de la primera comunión, el de nuestra pedida de mano o bien un aniversario, el de un amigo o bien conocido que siempre y en todo momento nos llamo la atención.
Podría pasar algo similar con el calzado, que sino más bien tan acentuado, sí que se puede rememorar algunos modelos de los caballeros que más significaron o bien nos sorprendieron durante nuestra vida. Estos elementos hablaran de la moda masculina y de nuestro gusto tanto o bien más que otros de nuestro vestuario, porque van a poder ser lucidos con muchas combinaciones diferentes, tal como que por ser tan personales hablaran de muchas de nuestras peculiaridades, aparte de por el hecho de que no reconocerlo, de nuestra situación económica.
Mas de nuevo, y por fortuna, siempre y en toda circunstancia va a ser muy elegante un modelo de it men reservado, fácil y con clase para un presupuesto contenido, que un exuberante y atractivo peluco de su ostentado dueño.
Esta prenda y alhaja por su longeva durabilidad, nos acompañarán en muchos instantes de nuestra existencia, con lo que asimismo les llegaremos a coger un sentido y auténtico cariño, con lo que resulta conveniente que para su elección le dediquemos el tiempo necesario; días, meses o bien aún no rara vez años y también invirtamos en la mejor calidad y la más eterna atemporalidad.
Cuando conozco a un nuevo señor, suelo asociar su imagen a estas dos particulares joyas, que desde un primer instante capturan mi atención, pues me afirman de mi interlocutor, contrastado con el resto del conjunto, considerablemente, más que sus primeras palabras.
Estos dos tesoros tienen entre ellos mucha correspondencia, tal como con el refinamiento de su portador, como tarjeta de presentación, patentizando una enorme sintonía entre los dos y como es lógico enmarcado en el resto, más jamás resaltando.
Aunque es verdad que no acostumbramos a tener solo uno, sino lo apropiado es contar con alguno más para poder seleccionar el más pertinente para utilizar entre las circunstancias más dispares como el deporte, la ropa casual o bien los trajes, prácticamente siempre y en toda circunstancia existe uno que es el que nos define, caracteriza y/o nuestro preferido.
Para su elección, unos caballeros van a preferir la firma a la estética, otros a sus materiales en frente de la técnica con la que están fabricados y los más escogerán entre una serie de modelos dependiendo de la calidad y el costo.