Aún hoy en día recuerdo la hogareña sagrada de hace dos lunas, cuando al fin tuve la contestación que tanto mi corazón como mi alma ansiaban, fueron , las llamas, mágicas y poderosas, las que me descubrieron los misterios que se ocultaban tras nuestra existencia; Fue el aroma de las grasas y las ramas candentes, las que alzándose con vigorosidad y vida propia, las que me dieron el genuino mensaje que tanto tiempo había estado aguardando. Así que hoy ya podría fallecer en paz.
Crónica del Bosque (Leyendas Celtas)
La magia de las velas
La historia del hombre está de manera directa vinculada al fuego. Él ha sido quien nos ha alumbrado distanciándonos de las tinieblas, calentándonos y resguardándonos con su poder, tanto de las fieras como de los elementos.
Al comienzo el fuego era el Sol y como Dios tuvo un hijo del que nació probablemente una vez que un rayo alumbrara y quemara la rama de un árbol, alguien debió acercarse allá y caer en la cuenta de qué valioso era aquel regalo de los cielos.
Para todos y cada uno de los casos relacionados con la adivinación a través del fuego y de las velas, debemos tomar en consideración el hecho de sostener una actitud rigurosísima, respetuosa y seria con lo que hacemos.
El adivino de las velas debe entender que no está efectuando ningún tipo de juego sino más bien una práctica de sensibilidad, que puede llegar a conectarle con lo que en ocasiones denominamos insondable. Debemos comprender que las velas y el fuego son una serie de entidades vivas que proyectan y reciben todo tipo de energía.
Por esta razón en el momento de efectuar cualquier forma de oráculo debemos precisarnos de:
* Un sitio apropiado para trabajar de forma cómoda. Se trata de un espacio personal donde el mago o bien adivino de las velas trate de condensar su conciencia, y su proyección mental interior.
* Una superficie singular. Podemos trabajar con velas sobre una mesa o bien altar, mas siempre y en todo momento es conveniente que sea exactamente el mismo soporte, salvo aquellos casos en los que precisamos emplear una cartulina o bien un tapete singular.
Existe un dicho popular en Dinamarca que afirma, que nunca se tienen bastantes portavelas en casa. Ocurre, en un país donde puedes utilizar velas los doce meses del año es entendible, por el hecho de que los hay de todas y cada una de las maneras, colores y costes en la decoracion nordica (en España ya no tanto, sobre todo en el sur y en verano, donde el riesgo no está solo en dejarse la vela sin vigilancia encendida, sino más bien sin llama asimismo, puesto que corre riesgo de fundirse y pringarlo todo).
El mercado de los portavelas y candelabros de diseño está en incesante renovación en los países norteños, con novedosos diseños en formas y materiales actuales, pero los diseños más tradicionales, jamás dejan de venderse.
Fuente: Ottoyanna