Las reformas aumentan en una vivienda su valor

Los movimientos no deben ser muy extravagantes y en muchos de los casos, reformas simples pueden alcanzar un aumento significativo en el valor de la venta:

Cambios Interiores: muchas veces suelen ser extremos, como tirar paredes para provocar más espacio, pero a veces sencillamente con sustituir los suelos viejos por unos más modernos, será una buena alternativa. Otra manera de elevar el valor, es añadir una habitación o un baño extra. Lo importante, es conseguir el máximo aprovechamiento de los espacios residuales y crear espacios prácticos. Lo primero que observan los futuros compradores, son la cocina y los baños, y tenerlos al día en cuestión de acabados y mobiliario es muy interesante.

Cambios Exteriores: el exterior es lo primero que verá un potencial comprador, y es primordial tenerlo en el mejor estado que podamos. Lo más básico incluye pintura, lavado, jardinería, arreglar tejados, o ampliar a un porche, una terraza o una piscina.

La mayor parte de los constructores, se dedican a nuevas obras, pero los procesos y servicios que se precisan para una reforma son muy específicos. En el momento que los planos estan aprobados, el proceso de construcción de una casa nueva es muy predecible. Los materiales se pueden pedir con mucha anticipación y los diferentes gremios, tienen acceso a la obra con periodos de trabajo programados.

Lo contrario pasa en las reformas. Por eso, debemos elegir una empresa de reformas que este acostumbrada a entrar en este tipo de trabajos y ser rentable, con un equipo de personas muy consolidado, para poder ejecutar el trabajo a tiempo. Durante la obra, el cliente y la empresa tienen que ser muy flexibles para reaccionar a cualquier contratiempo inesperado que pueda salir.

Si hablamos de reformar una vivienda, creemos erróneamente que hablamos sólo de arquitectura, cuando realmente la casa es un asunto que importa en la vida, a las personas. Por eso al finalizarla, la casa debe conseguir que se desarrolle la vida de sus habitantes.

Las reformas, hacen de cada intervención un ejercicio de modernizar el habitáculo existente, valorando los elementos y potenciando las relaciones de espacios. Estos cambios, conseguirán un impacto real en la forma en que la vivienda luce y funciona, incrementando seguro su valor.